Esta semana, en nuestra serie "Haz Un Voto", hablamos del llamado de los seguidores de Cristo a amar. Este llamado se extiende a todos, incluyendo a nuestros cónyuges. Al recurrimos a las Escrituras para comprender el llamado de todo seguidor de Cristo a amar, recordaremos, como lo hicimos durante el mensaje del fin de semana, que el amor es una acción y una decisión, no un sentimiento.
¿Cómo sientes específicamente el amor de los demás? ¿Cómo expresas amor?
1. Basado en lo que sabes de las Escrituras, ¿en qué se diferencia la definición de amor de Dios de la del mundo?
2. Lee 1 Corintios 13:1-7. ¿Qué revela este pasaje de las Escrituras sobre el amor?
1 Corintios 13:1-7
13 Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. 2 Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. 3 Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada. 4 El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso 5 ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. 6 No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. 7 El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.
3. ¿Cómo nos enseña este pasaje de las Escrituras que el amor es una acción y una elección, no solo un sentimiento?
4. Lee Juan 13:34-35. ¿Cómo demostró Jesús amor durante Su ministerio en la tierra?
Juan 13:34-35
34 Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. 35 El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos».
1. Mira hacia atrás a 1 Corintios 13:1-7. ¿En cuál de estas características del amor te gustaría crecer? ¿Por qué?
2. ¿Qué te impida seguir el mandato de Jesús de amar a las personas que te rodean?
3. ¿A quién ha puesto Dios en tu vida para amar? ¿Cuál es una forma en la que puedes mostrar amor a esa persona (o personas) esta semana?
Anteriormente, compartieron en qué características del amor de 1 Corintios 13 les gustaría crecer. Ahora, compartan una manera en que pueden comenzar a crecer en esa área con las personas en su vida, comenzando hoy y mañana. Si están casados, concéntrense en cómo pueden crecer en esta área para demostrar amor a su cónyuge. Después de que todos hayan compartido, pidan a Dios que los ayude a crecer en esta área y a seguir el ejemplo de amor de las Escrituras.
En cuanto al amor, no hay mayor ejemplo que Jesús. Jesús amó de forma contracultural. Enseñó y demostró que el amor no prioriza los propios intereses. El amor genuino sirve, se sacrifica y perdona. Así amó Jesús a quienes lo rodeaban. Durante los próximos minutos, lea las enseñanzas de Jesús sobre el amor y su ejemplo de amor en las Escrituras.
Por su amor, Jesús se comprometió a servir durante todo su ministerio terrenal. En un mundo donde la gente busca ser servida, Jesús, el Rey de reyes, eligió servir. Veamos lo que Jesús enseñó sobre el servicio en Juan 13.
1. Lee Juan 13:1-16
Juan 13:1-16
13 Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final. 2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús. 3 Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios. 4 Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura 5 y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura. 6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: —Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí? 7 Jesús contestó: —Ahora no entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás. 8 —¡No!—protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! —Si no te lavo —respondió Jesús—, no vas a pertenecerme. 9 —¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies!—exclamó Simón Pedro. 10 Jesús respondió: —Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. 11 Pues Jesús sabía quién lo iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios». 12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. 16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje.
13 Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final. 2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús. 3 Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios. 4 Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura 5 y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura. 6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: —Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí? 7 Jesús contestó: —Ahora no entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás. 8 —¡No!—protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies!
—Si no te lavo —respondió Jesús—, no vas a pertenecerme. 9 —¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies!—exclamó Simón Pedro. 10 Jesús respondió: —Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. 11 Pues Jesús sabía quién lo iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios». 12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. 16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje.
2. ¿Cómo fueron las acciones de Jesús en este pasaje de las Escrituras contraculturales?
3. ¿Cuál fue el mandato de Jesús en este pasaje de las Escrituras a Sus discípulos?
4. ¿Cómo se ve hoy en día seguir el ejemplo de servicio de Jesús?
Mientras que cualquier otro rey requería personas dispuestas a protegerlos y a dar la vida por ellos, Jesús vivió de manera diferente. En lugar de exigir que otros dieran la vida por él, por su gran amor, Jesús dio la suya por los pecados del mundo. Este, amigos míos, es el mayor ejemplo de amor, y es el ejemplo que debemos seguir, entregando nuestros deseos, necesidades, anhelos e incluso nuestra vida por los demás.
1. Lee Juan 15:9-13.
Juan 15:9-13
9 »Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. 10 Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo. 12 Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado. 13 No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos.
2. ¿En qué se diferencia la definición de amor de Jesús de la del mundo?
3. ¿Cómo vivió Jesús las enseñanzas que enseñó en este pasaje de las Escrituras?
4. ¿Cómo se ve hoy a seguir el ejemplo de sacrificio de Jesús?
Este mundo promueve la amargura y les echa en cara los pecados a las personas. Jesús enseñó algo completamente diferente. Jesús enseñó que el amor genuino siempre ofrece perdón. Después de todo, todos hemos sido perdonados en gran manera, así que también debemos perdonar.
1. Lee Mateo 18:21-35.
Mateo 18:21-35
21 Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? 22 —No siete veces—respondió Jesús—, sino setenta veces siete. 23 »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero. 24 En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata. 25 No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran—junto con su esposa, sus hijos y todo lo que poseía—para pagar la deuda. 26 »El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”. 27 Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda. 28 »Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata. Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato. 29 »El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de tiempo. “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó. 30 Pero el acreedor no estaba dispuesto a esperar. Hizo arrestar al hombre y lo puso en prisión hasta que pagara toda la deuda. 31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido. 32 Entonces el rey llamó al hombre al que había perdonado y le dijo: “¡Siervo malvado! Te perdoné esa tremenda deuda porque me lo rogaste. 33 ¿No deberías haber tenido compasión de tu compañero así como yo tuve compasión de ti?”. 34 Entonces el rey, enojado, envió al hombre a la prisión para que lo torturaran hasta que pagara toda la deuda. 35 »Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos.
2. Describir la enseñanza de Jesús sobre el perdón en este pasaje de las Escrituras.
3. ¿Cuál es tú motivación para perdonar, según Jesús, en este pasaje de las Escrituras?
4. ¿Te resulta difícil o fácil encuentra el perdón? ¿Por qué?
Tómense unos minutos para reflexionar sobre el pasaje bíblico que estudiaron hoy. Analicen las siguientes preguntas con su grupo pequeño. Juntos, comprométanse a amar a los demás, incluyendo a su cónyuge, como Jesús amó mientras estuvo en la tierra.
1. ¿Cómo redefinió Jesús nuestra comprensión humana del amor?
2. Cuando se trata de amar de la misma manera que Jesús, ¿en qué área te gustaría crecer: servicio, sacrificio o amor, y qué cambio puedes implementar en tu vida para crecer en ese área?
3. ¿Cómo afectaría demostrar este tipo de amor a sus relaciones, específicamente a su relación con cónyuge si estáis casado?
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. 2 Timoteo 1:7
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